jueves, 1 de marzo de 2012

Una modesta petición a su Santidad Benedicto XVI, por Carlos Eire.






Muy Santo Padre,

Le escribo para agradecerle su próxima visita a Cuba. Alienta mucho saber que Vd. va a visitar once millones de presos. Al fin y al cabo, la isla entera es una cárcel en la cual todos sus habitantes están presos.

Le escribo no solamente como cubano, pero también como miembro de su rebaño y como catedrático y hombre de letras. El profesorado que ejerzo aquí en la Universidad de Yale (plaza nombrada en honor al primer capellán católico de Yale) es la Cátedra de Estudios Católicos. Por extraño que parezca, muchos en esta universidad sumamente laica creen que yo soy su nuncio y que estoy en contacto continuo con usted sencillamente porque ocupo esta Cátedra Católica.

Así que ahora, por fin, estoy haciendo lo que ellos creen que hago con frecuencia, y le escribo.

Todos los que están presos en Cuba necesitan su visita, desesperadamente. Su presencia física les elevará el espíritu, y les dará un vistazo al mundo que existe más allá de la muralla de agua salada de esa cárcel, quizás hasta una vista al mismo Reino del Cielo, sobre todo cuando Vd. haga presente a Cristo entre ellos al celebrar el sagrado sacrificio de la Misa eucarística.

Por supuesto que usted tendrá que reunirse con los tiranos, carceleros y verdugos. Eso es inevitable. Poco ha cambiado desde que Nuestro Señor dijo, 
“Os envío como ovejas en medio de lobos”. Lo más seguro es que los tiranos y sus secuaces vayan a la Misa, tal como asistieron cuando su antecesor el venerable Juan Pablo II visitó la isla hace ya unos años.

Esos hombres también lo necesitan a Vd., al modo retorcido de ellos. Ellos esperan que su visita les proporcione un aura de legitimidad, les traiga plata, y que engañe al mundo a creer que al fin y al cabo no son tiranos.

Muchos de sus antecesores han bregado con tales hombres, y bajo peores circunstancias. Nosotros los cubanos sabemos que para Vd. tales momentos no serán fáciles. Pero nuestras oraciones lo acompañarán a cada paso y a cada apretón de manos. Y tenemos la certeza que el Espíritu Santo le ayudará a portarse con estos lobos como Nuestro Señor Jesucristo nos aconsejó hace casi dos mil años atrás, cuando les dijo a sus discípulos que fueran 
“prudentes como serpientes y sencillos como palomas.”

Solamente tengo una cosa que rogarle: por favor, reúnase con las Damas de Blanco durante su visita a Cuba. Ellas mismas se lo han pedido, a través de su Nuncio Monseñor Bruno Musaro, con el cual se reunieron unas semanas atrás. Bendígalas con su presencia, por favor, muy Santo Padre. Ellas son asombrosamente valientes; pero, sometidas como están al continuo abuso físico y mental, y a la amenaza constante a prisión o muerte, necesitan abrumaduramente su bendición.

Como ya Vd. bien sabe, con frecuencia las atacan y golpean y se les impide que vayan a la iglesia; a veces hasta las han atacado estando dentro de las iglesias. Están viviendo el evangelio, a gran costo, arriesgando sus vidas por su hermandad. Como la cananea que le gritó a Jesús, “¡Señor, socórreme!”, o como la mujer que tocó el manto de Jesús con la esperanza de que Él la curase, ellas aspiran, llenas de fe, suplicando contra toda probabilidad. En una isla donde a todos se les ha convertido en pordioseros, ellas suplican por el más raro y valioso don de todos: su presencia.

Y, oh, ¡qué imagen sería esa para el mundo entero! El Vicario de Cristo y las Damas de Blanco juntos. Qué sacudida para los sentidos: una imagen tan inesperada, que podría restaurarle la vista a los que ciega el odio, tal vez, o que detenga el desangre que ha estado manchando la hermosa isla prisión desde hace demasiado tiempo. Hasta tal vez saldrán en fuga los demonios.

Su poder como Vicario de Cristo es único. Vd. impone la atención mundial. Usted sirve como la conciencia del mundo. Su reconocimiento público de las Damas de Blanco podría cambiar el curso de la historia. Ellas rezan por ello; todos también rezamos con ellas. Yo, un mendigo, expulsado de mi patria cincuenta años atrás, me uno a las osadas Damas de Blanco en su súplica. Suplicamos como el ciego que no paró de llamar a Jesús y gritó más duro cuando le dijeron que se callara.

Así le rogamos en nombre de Jesús, con la esperanza que Vd. escuche nuestras voces sobre el barullo que hacen los que no quieren que ni se nos vea ni se nos oiga.

Humildemente suyo, en Cristo,

Carlos M. N. Eire

Profesor cátedra T. Lawrason Riggs de Historia y Religión
 / Yale University - U.S.A.


UN ÚLTIMO VIENTO HURACANADO CASTRISTA QUIERE BARRER TAMBIEN A LA IGLESIA DE ROMA 

6 comentarios:

  1. En aquel tiempo, la gente se aglomeraba alrededor de Jesús y él se puso a decir:

    "Esta es una generación malvada; pide una señal, pero no se le dará una señal diferente a la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para los ninivitas, así el Hijo del hombre lo será para esta generación.

    La reina del sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino desde el extremo de la tierra a escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay alguien que es más importante que Salomón.

    Los habitantes de Nínive se levantarán el día del juicio contra esta generación y la condenarán, porque ellos hicieron penitencia por la predicación de Jonás, y aquí hay alguien que es más importante que Jonás". EN EV. LUCAS C.11

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  2. "Siempre he creído que debemos estar en el lugar que Dios quiso y que debemos dar nuestro aporte como cristianos comprometidos", afirmó José Daniel Ferrer, coordinador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), que encontró en los Evangelios y el magisterio de la Iglesia las fuentes de su compromiso laical por la libertad de la isla.

    "Veo en los Evangelios que no podemos estar ajenos a la realidad del territorio donde vivimos, de la nación donde nacimos, que debemos hacer todo lo posible porque se respete la libertad y los derechos fundamentales de las personas", expresó Ferrer a ACI Prensa el 28 de febrero, luego de recuperar nuevamente su libertad tras ser secuestrado por agentes del Estado cubano, que lo detuvieron por su activismo político en el oriente del país.

    Católico y padre de familia, el líder de la UNPACU afirmó que sus ideas políticas "se sustentan en gran manera en los Evangelios y en la Doctrina Social de la Iglesia", y por ello comparte el "planteamiento de Juan Pablo II en su encíclica Centesimus Annus, sobre la necesidad de que las naciones se rijan por sistemas democráticos, por verdaderos estados de derecho".

    En ese sentido, criticó que el régimen comunista de los hermanos Castro viole los derechos y libertades que corresponden a los cubanos por ser hijos de Dios y existan laicos que se mantengan "completamente al margen", como esperando que sean otros los que se sacrifiquen. "Me parece una actitud poco comprometida, por no decir hasta cierta forma cobarde", expresó.

    Por ello, insistió en su llamado a que "todo laico católico, todo cristiano", se comprometa "para que en toda nación exista el marco legal necesario para que cada persona defienda sus ideas, no solamente religiosas, no solamente su fe en Dios, sino también sus ideas, sus opiniones políticas, culturales, en todos los planos, de la manera más libre posible. Con libertad y responsabilidad".

    Dijo que en Cuba, donde existe el sistema del partido único, las personas deben tener la libertad de elegir su opción política, sea liberal, demócrata cristiano o incluso comunista. Aunque recordó que esta ideología se contrapone con el cristianismo porque "sus normas tienden al totalitarismo, a suprimir los derechos y libertades de los demás". "Por eso mi compromiso y por eso mi deseo de que Cuba cambie", añadió.

    Sobre la realidad de Cuba luego del viaje de Juan Pablo II en 1998, Ferrer dijo que "muy pocas cosas se han movido, y lo que se ha movido se debe al sacrificio de hombres y mujeres heroicos, con un valor y una fe al estilo de los primeros cristianos".

    "Siguen violándose los derechos y libertades fundamentales de los cubanos. En el campo de los derechos sociales, económicos y culturales han ocurrido muy poco, por no decir casi nada", indicó.

    Sin embargo, destacó los mensajes del ahora Beato, cuyos discursos fueron "clarísimos, muy precisos, y están ahí como tarea pendiente para nosotros los cubanos, para el cubano en general, para el católico y creyente también (…). No podemos pedir al Papa que haga lo que nos toca hacer".

    José Daniel Ferrer formó parte del grupo de los 75 prisioneros de conciencia detenidos en el 2003 durante la Primavera Negra. Condenado a 25 años de cárcel, fue liberado en 2011 gracias a la intercesión de la Iglesia. Sin embargo, rechazó ser expatriado a España y ahora lidera la UNPACU, que busca la transición pacífica de Cuba a la democracia.

    ACI/EWTN Noticias

    TODO POR MUCHO QUE MADARIAGA NO DIGA NI MU DEL MARXISMO EN LETRINOAMERICA, Y DESECHE EL JUICIO Y EL CASTIGO DIVINO.

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  3. VIA CRUCIS

    El juez que cometió el crimen profesional más monstruoso de toda la historia, no fue impulsado a ello por el tumulto de ninguna pasión ardiente. No lo cegó el odio ideológico, ni la ambición de nuevas riquezas, ni el deseo de complacer a ninguna Salomé. Lo movió a condenar al Justo, el recelo de perder el cargo pareciendo poco celoso de las prerrogativas del César; el miedo de crearse para sí complicaciones políticas, desagradando al populacho judío; el miedo instintivo de decir “no”, de hacer lo contrario de lo que se pide.

    ENVIOS ACCION FAMILIA

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  4. María Beatriz Frómeta. La anciana fue entregada por la policía al cuerpo de urgencias del Hospital Provincial “Carlos Manuel de Céspedes” debido a su estado de ceguera total y a que sufre de una cardiopatía severa.

    El periodista independiente Félix Rivero Cordobí, perteneciente a la Agencia “Palenque Cubano” reportó el suceso a Hablemos Press, y afirmó que se trató de un “aparatoso operativo donde participaron agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y miembros del Cuerpo de Bomberos”.

    Otros testigos afirman que las brigadas policiales irrumpieron en la vivienda de Frómeta Torres pasadas las 7 de la madrugada del sábado último, y echaron abajo la puerta de entrada con un hierro pesado. Los familiares que se resistieron fueron arrestados, y las escasas pertenencias de la anciana fueron trasladadas hasta una bodega cercana.

    vivienda fue declarada ilegal por funcionarios del Órgano de la Vivienda de Granma, y estaba situada en el número 600 de la Calle Figueredo, entre Línea y Carlos Manuel Machado.

    Fuentes cercanas al caso afirman que el litigio legal comenzó tras los arreglos practicados a la vivienda dos años atrás por los nietos de María Beatriz Frómeta para que esta viviera en mejores condiciones. A pesar de que los familiares presentaron toda la documentación en regla, el Órgano Provincial de Vivienda ordenó el decomiso del inmueble. Ante la negativa de estos, que mostraron además la certificación de propiedad a nombre de Frómeta Torres, fueron desalojados por la fuerza.

    Vecinos de la familia habrían recogido firmas de protesta y las habrían entregado al departamento de Atención a la Población del Partido Comunista a nivel provincial, sin recibir respuesta. Algunos de estos vecinos denuncian que solo una hora y media después del desalojo, la policía trasladó a un funcionario partidista como nuevo habitante de la casa.

    La anciana María Beatriz Frómeta Torres nació en 1918 y es hija del luchador de las Guerras de Independencia José Frómeta Torres, que peleó contra el colonialismo español bajo el mando de Antonio Maceo. Además, es hermana del miembro del Ejército Rebelde Juan Frómeta Torres, subalterno de Raúl Castro enterrado en el pabellón del Segundo Frente Oriental. EXTR. NANCY CALZADILLA en FB martinoticias.com

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  5. La Habana, Cuba, 1ro. de marzo de 2012.
    Santo Padre Benedicto XVI:

    ¡Que la Virgen María de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba, lo bendiga!

    Los que firmamos esta carta católicos y no, estaríamos muy gustosos de recibirlo
    en nuestra Patria, si el mensaje de fe, amor y esperanza que nos pueda traer,
    sirviera también para detener la represión por la que están pasando los que quieren
    asistir a la Iglesia.

    Sólo tres ejemplos que indican que no hay voluntad de permitir el acceso a la Santa
    Misa a los que sufren el hostigamiento gubernamental, por tener diferencias de
    ideas: El 25 de diciembre de 2011 -un día muy especial pues nació Jesús- un
    número de mujeres fueron detenidas con violencia policial al salir de la Iglesia de
    Santa Rita, en La Habana; en la provincia de Holguín, el pasado 22 de enero, las
    turbas paramilitares esperaban a la salida de la Iglesia Jesucristo Redentor a dos
    mujeres para golpearlas, se necesitó la presencia del Obispo de la provincia; el 19
    de febrero en el Santuario del Cobre, 14 mujeres estaban rodeadas por tropas
    militares al terminar el oficio, el Arzobispo de Santiago de Cuba les tuvo que
    garantizar la salida hacia sus hogares en transportes eclesiásticos.
    A todo ello habría que añadir, que algunos fieles son visitados por la policía
    política, entre viernes y sábado de cada semana, para decirles que no los dejarán
    asistir a Misa, y de hecho los detienen el domingo. Después el régimen justifica su
    actitud planteando que van a la Iglesia a provocar y a politiquería y –
    desafortunadamente- algunas personas –no oficiales- repiten lo mismo, aunque
    saben que es totalmente incierto, ya que la conducta dentro del templo es de
    respeto y amor a Dios. ¡Qué El Señor no se los tenga en cuenta!

    Su presencia en la Isla, sería como enviar un mensaje a los represores, de que
    pueden seguir haciendo lo que quieran, que la Iglesia lo va a permitir; ya que a
    pesar de conocerse de su visita desde hace algunos meses, esto no ha sido óbice
    para que se incrementen -desde el poder- las detenciones y el castigo con violencia
    hacia actuaciones religiosas, políticas y sociales.

    ¡Que la Divina Trinidad ilumine su mente para que le permita tomar una correcta
    determinación! Amén.

    750 OPOSITORES CUBANOS AL CASTRISMO COMUNISTA

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  6. AFP. LA HABANA -- Las misas católicas comenzaron a recuperar espacio en Cuba después de medio siglo, lo que quedó en evidencia con una inédita eucaristía en la Catedral de La Habana para orar por la salud del presidente venezolano, Hugo Chávez.

    El nuncio apostólico, Bruno Musaró, ofició este domingo la primera misa celebrada en Cuba por la salud de Chávez, quien lleva una semana de convalecencia en La Habana y será sometido a radioterapia, luego de que le fuera extirpado un tumor causado por una “recurrencia del cáncer” que sufrió el año pasado.

    “Musaró invitó a los presentes a rezar por la salud de Chávez y destacó la iniciativa de la Embajada venezolana en La Habana de desarrollar una misa por la recuperación del mandatario”, dijo este lunes en su nota principal de portada el semanario oficialista Trabajadores.

    A la misa acudieron el cardenal Jaime Ortega, los cancilleres de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Cuba, Bruno Rodríguez, y numerosas personas entre las que se encontraba la viuda del argentino Alberto Granado, el compañero de viajes en motocicleta de Ernesto Che Guevara.

    “Hay que apoyar a nuestro comandante Chávez” y haber asistido a la misa fue “una forma de apoyarlo y rezar por su salud”, dijo Delia de Granado, según el portal oficialista Cubadebate.

    Chávez y otro mandatario aliado de Cuba, el nicaragüense Daniel Ortega, invocan frecuentemente a Dios y la Virgen, y emplean lemas cristianos.

    El año pasado, cuando Chávez fue sometido en La Habana a una cirugía y tratamiento posterior por su tumor canceroso, santeros cubanos y venezolanos hicieron ceremonias para rogar por su salud, pero no hubo misas católicas en la isla.

    El nuncio y el cardenal participarán a fines de este mes en las dos misas campales que oficiará el papa Benedicto XVI durante su visita a Cuba, en una gira que procura la “reconciliación” entre los cubanos, según los obispos, y que también lo llevará a México.

    Aunque nunca dejaron de celebrarse misas en Cuba luego de que Fidel Castro alcanzara el poder en 1959, éstas se realizaban de manera más bien privada y sin difusión en los medios de la isla, todos bajo control del Estado. Por décadas era impensable que dirigentes del gobierno o del Partido Comunista (único) acudieran a un templo católico.

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