lunes, 26 de marzo de 2012

Un psicópata-pederasta presidente comunista re-eligido ilegal, con apoyo cardenalicio (y III)


pa´ cagarse, los contubernios endemoniados letrinoamericanos...

Traté de tener un novio en la escuela. Si tuviera al fin uno, de ese tenía miedo que algo llegara a suceder, y finalmente se rompió mal la relación. Nunca llegué a sentir unas buenas relaciones, en la amistad con unos pocos chicos, y mucho menos los que me atrajeron de manera especial, porque me sentía sucia, marcada y culpable por lo sucedido en la casa.

Era algo que debía ser hecho y no podía. Me sentía culpable por no ser capaz de hacerlo. Pensé que los hombres me rechazarían, y yo no creía que se merecería el amor por todo lo que en mí estaba ocurriendo. Sentí vergüenza y el miedo, de que la gente pensaba que lo sabían todo. El mundo para mí fue mi encierro, mi tristeza y mi soledad.

Nunca he tenido una relación con Daniel Ortega, de confianza, ya que era muy superficial, pero para mí era el padre, el cabeza de familia y siempre le traté de usted. Los temas de conversación eran por lo general en público y de la formalidad padre-hija, esas cuestiones eran relacionadas con la escuela. Las conversaciones que eran comunes eran escasas, me escapaba a su presencia tantas veces como podía. Me era difícil de ocultar mi vergüenza y emociones, de tristeza y rechazo. Mi madre, más de una vez, me llamó la atención por no mostrar afecto en público.

En la medida en que el abuso se intensificó, yo estaba cada vez más difícil. Sus juegos y manejo sexual estaban aumentando, y se hicieron cada vez más perjudiciales. Por mi parte, estaba sumida en el miedo, para mí un horror por la noche y en la oscuridad, temblando, y con visiones de sombras rondando mi cuarto.

La indignación fue creciendo y mi sentimiento de impotencia, también, todo era silencio, excepto Alicia, la única persona que me escuchó durante todo este período.

DE 15 A 18, VIOLACIÓN CONTINUADA:

Desde Costa Rica venía en la violación y apropiación indebida de mí, nadie podía detenerlo, siempre se encargó de figurar y aparentar, al lado de lo que en realidad era conmigo. No lo detuvo nada, los esfuerzos de mi tía Violeta fueron en vano, ni la débil demanda de mi madre.

A pesar de las sospechas de las personas que lo merodeaban, no se atrevió a tocar el tema o sugerir cualquier cosa. Él fue y sigue siendo un hombre de mucho poder en este país.


Daniel Ortega Saavedra me violó en el año 1982. No recuerdo el día exacto, pero él lo hizo. Estaba en mi habitación, tirada en la alfombra por él mismo, realizando movimientos agresivos y repentinos me hacía daño, sentí mucho dolor y un frío intenso. Lloré y sentí náuseas. Cualquier acto fue forzado, no deseado,  toda vez que no era para mi gusto, ni mi consentimiento, que yo juro por mi abuela que no lo tuve.

Él eyaculó sobre mi cuerpo para no correr riesgos de embarazo y continuó haciéndolo así en repetidas ocasiones, mi boca, mis piernas y pechos fueron las zonas donde más acostumbró el reparto de su esperma, a pesar de mi asco y repugnancia. El manchaba mi cuerpo, lo utilizó como no quería saber nada ni le importaba lo que pensaba o sentía. Lo más importante fue su placer, mi dolor fue ignorado.

Desde entonces, mi vida dio un giro a un significado doloroso. Las noches fueron mucho más míseras, escuchaba sus pasos en el pasillo con su uniforme militar, camisa de color verde oliva bordado, y orgulloso con él.

Su imagen invadía toda la casa, yo estaba constantemente acechada, el terror fue una permanente situación en el entorno donde vivíamos, me sienten cada vez más impotente. Llegué a sentir que él era el dueño de casa, y muy temida la reacción de mi madre si tuviera que contar lo que sucedía, yo estaba convencida de que ella no creería, por eso he preferido guardar silencio. Para mi madre Daniel Ortega llegó a significar todo.


Sí, me llegué a sentir una posesión de él, y que sería rechazada y culpada por todo el mundo. A mí nunca me creerían, a causa de que yo era una niña y él representaba muchos de sus ideales. Obviamente, todas estas personas han estado equivocadas, no sabía lo que realmente él es.

Durante este período continué sintiendo que mi madre me quería, y que yo me debatía en un mundo de mucha negatividad, inseguridad y con incertidumbre. No llegué a pensar en mí, mis deseos y aspiraciones, pues siempre era como un animal que estaba cautivo en esa casa, del que se hizo uso y abuso por parte del hombre que se supone que era mi padre.

Razones todas para el silencio desde que tuve mi propia conciencia. Y el miedo, ¿a quién ir? Estaba confundida en cuanto a lo que era indispensable para mis necesidades y mi protección, en ese territorio yo desamparada. Lo poco que he recibido de esa casa fue lo que me daban a costa de mi silencio y la sumisión. Su total apoyo estaba garantizado, siempre y cuando mantuviese mi mansedumbre  y me mostrase en todo momento dispuesta a ser objeto de sus placeres sexuales.

En el último trimestre de 1982, se me movilizó en una brigada juvenil. No duré todo el período porque tenía una severa crisis nerviosa con fuertes dolores de cabeza, vómitos, asfixia, y parálisis en las caderas y las piernas que obligaron mi regreso temprano. Había un médico que diagnostica casos psicosomáticos al que asistí, pero yo no sabía entonces lo que significaba todo. He ganado la conciencia de la extensión del daño varios años después.

Luego, a pesar de haber terminado el tratamiento, la crisis continuó.  Abusos en el baño fueron más frecuentes, ni quiso escuchar los regaños de mi madre  y dijo que eran cosas mías. Semanas más tarde, Daniel Ortega comenzó a proporcionarme píldoras tranquilizantes (Valium) para ocultarle todo a mi mamá, con el argumento de que no necesita nuevos reconocimientos médicos. Con estas dosis de pastillas se pasan los síntomas por un buen rato, él personalmente me aseguró.


Al año siguiente (1983), he cambiado de escuela a causa de la vergüenza de mi enfermedad. ¿No quería que nadie supiera lo que me pasaba? Era entonces que se me incorporó al Instituto Experimental de México, donde surgió el aumento de mi participación política y se fortalece mi compromiso y conciencia revolucionaria.

Cuando comencé mis actividades en la Juventud Sandinista 19 de Julio, recuerdo perfectamente que Daniel Ortega se ofreció a ayudarme a hacer algunas tareas que me habían confiado, ordenó a sus secretarios de asistirme, pasar informes en limpios, etc.

Siempre estaba dispuesto para que me ayudasen en mis actividades, y buscó maneras para acercarse a mí, para lograr completar sus intenciones, tal como lo hizo cuando fui a su oficina personal, donde también abusó de mí.

Es de mi análisis particular sobre Daniel Ortega, el situar la vinculación de sus acciones contra mi persona, en el contexto político del país y la Revolución Sandinista. Me han dicho en repetidas ocasiones que contribuí a su estabilidad emocional ante la supuesta frialdad de mi mamá.

¿PORQUÉ CALLA  EL TAMBIÉN CARDENAL   MADARIAGA  SOBRE LA RUINOSA Y DEGENERADA ACCIÓN DEL MARXISMO EN LATINOAMÉRICA ESTAS DÉCADAS? Y LA QUE SIGUE EJERCIENDO NO TE DIGO, CLARO… 

Así lo hice, y entonces créanme,  yo era constantemente degradada en mi papel como compañera para la vida, era la promoción de una imagen distorsionada de mí misma. Su chantaje llegó a tal punto que me trajo la vergüenza y el sentir de una obligación moral.

Él construyó justificaciones para su conducta, bajo el argumento de que, a través de la consumación del acto sexual, yo le proporcionaba estabilidad emocional, pero mi respuesta fue de total pasividad, y por lo tanto, no había ningún tipo de comercio, comunicación ni afecto.

Pensaba él que alguien tan ocupado sólo necesitaba sexo, y que estaba llamado a suceder eso. Él me manipulaba, y yo concebida como un objeto sexual de un líder que merecía todo. Así fue que sucedió por seis años, haciéndome creer que con mi sacrificio yo le servía de refugio para la Revolución, así que para mí no eran tan importantes el valor propio y la autoestima, todo lo que tenía para mí era esa la Revolución. Llegué a sentir sobre mis hombros una tortura insoportable del peso de la misma.

Daniel Ortega decía que yo era emocionalmente muy mala, que no podía trabajar, y me chantajeaba al decir que cualquier decisión  afectaba a su economía y a la Revolución. Que sólo me bastase la paz de la mente, y así podría funcionar mejor, con mayores posibilidades. En diferentes momentos, me dijo que la felicidad no existe, que la vida es un valle de amargura y la debía aprender a vivir con lo que él me dio, nunca tendría nada más que eso.

Perseguir la felicidad para uno, en su opinión, es un acto egoísta y obtener de más de la Revolución.

lo de la MISA por el bolivariano demente endemoniado Chavez en La Habana no lo supera ni la peor inocentada NEGRA!

2 comentarios:

  1. ¿Cómo se inserta el episodio de Zoilamérica en el perfil de Daniel Ortega?

    - El es un pedófilo y eso no se quita. Siempre anduvo con nenas y ésa es una de las razones por las que Rosario no lo deja ni a sol ni a sombra. Ella defiende la imagen y el poder, y no tener otro escándalo.

    ¿Cuál es el 'pacto' entre Rosario Murillo y Daniel Ortega en relación a Zoilamérica? ¿Cómo se entiende que la madre no defienda a la hija frente a la violación?

    - Rosario es lo que en Nicaragua llamamos una madre culebra. Daniel Ortega le cedió la cuota gigantesca de poder que ella tiene a cambio del cuerpo de la hija.

    -¿Cómo contraprestación por no apoyar a la hija en la denuncia por violación?

    - Claro, Daniel Ortega sabía que estaba jodido con esa acusación. Ellos se casaron en el 2005 y legitimó a todos los hijos de Rosario, que son como diez, incluyendo a Zoilamérica. Esos hijos no son de él, y con esa legitimación van las propiedades los negocios enormes que se están haciendo.

    - ¿Dónde vive Zoilamérica?

    - Acá en Nicaragua. Rosario le puso a todos los hermanos encima y le quiso sacar a los hijos, que son sus nietos. O se iba del país o se quedaba en esas condiciones.

    EN ARTERMISANOTICIAS WEB POR SANDRA CHAHER

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  2. And this is what they are doing now most urgently as the UN negotiates a document that has "sex rights" for children as young as ten. You read that right. The UN is right now negotiating a document that calls for sex rights for kids.

    As we speak the UN is negotiating a document that will be decided in Rio de Janeiro this June. The document is already loaded up with faux-abortion language. The document is already loaded up with "sex rights" for children as young as ten. You read that right; sex rights for children as young as ten years old. ENVIOS C-FAM AUSTIN RUSE

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